viernes, 12 de junio de 2015

CÓMO ME CONVERTÍ EN UN LOCO




Me preguntas cómo me convertí en un loco.
Ocurrió de éste modo:

Un día, mucho tiempo antes de que muchos dioses nacieran,
desperté de un sueño profundo
y observé que habían robado mis máscaras.

Las siete máscaras
que moldeé y lucí a lo largo de siete vidas.
Corrí con la cara descubierta por las calles abarrotadas,
gritando:

“¡Ladrones, ladrones,malditos ladrones!”.
Hombres y mujeres se reían de mí.
Algunos corrían a sus casas, asustados por mi causa. 
Cuando llegué al mercado,
un joven se puso a gritar desde el tejado:
“¡Es un loco!”.

Miré hacia arriba para contemplarle;
el sol besó mi propia cara desnuda por primera vez.
Por vez primera el sol besó mi propia cara desnuda
y mi alma fue inflamada por el amor al sol,
  y ya nunca más quise mis máscaras.
 Y, como si estuviera en trance, grité:
 
“¡Benditos, benditos
  sean los ladrones que robaron mis máscaras!”.

Así me convertí en un loco.
  Y  he encontrado libertad y seguridad en mi locura;
la libertad de la soledad y la seguridad de ser entendido,
ya que quienes nos entienden se hacen un poco nuestros  exclavos.

Pero permita que no esté demasiado orgulloso de mi seguridad.
Incluso un ladrón en una cárcel está a salvo de otro ladrón.

   Khalil Gibran



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