Danzando en el espacio.
Yo, atesoro el
intento pecaminoso del ser…
Pervierto a los
corazones, con mi voz
Atormento desde
los más profundos sentires
Es tácito de lo
ardiente, del pecado
De lo prohibido,
de lo vano.
Soy quien se
acuesta en la corrupción del mundo
Sin ensuciarme
aunque sea otro ser corrupto
Me alimento del
pecado,
Me regocijo,
entre la gula de sentires
Atados a la
carne, lo terrenal
Lo racional, lo
sentido
Los impulsos de
placer
Que desnudan las
almas,
Soy el deseo y quiero
ser tu realidad.
Tú das tu alma
en un beso
Te fundes con
unos labios
Labios confusos
que susurran quererte
Te entrelazas en
los gemidos,
De otro ser y descansas
en su pecho,
Olvidándote del
tiempo
Del miedo que
produce el deseo
Fundiéndose en
un mortal momento.
Yo quiero darte
la inmortalidad
Te voy a comer
porque mi ser así lo concibe
Voy a deleitarme
donde las utopías son posibles
Porque así lo
quieren nuestros sentidos,
Queremos
clavarnos a la felicidad
Haciendo lo que
queremos hacer
Impulsos,
razonar y sentirlos
Por eso he de
deleitarme
Con tu piel, con
tu ser, con tu esencia
Te voy a querer
y lo vas a sentir.
Susurro en tus
oídos
Susurro en tus
oídos mi esencia, la derrito
Como una gota
que desciende por tu espalda
Me permito
florecer
Convirtiendo mí
sentir en palabras
¿Dónde estás tú?
¿Dónde estoy yo?
¿Dónde están
nuestros gemidos?
No los escucho
¿Quieres ser
natura?
Yo quisiera que exploráramos,
Los momentos
donde tenemos orgasmos.
Disculpa si
ofendo,
Me canse de
seguir los estatutos
Contigo forme cordilleras,
Fui natura en tu ser
Probé del néctar
de la vida,
Fui agua y fui
bebida.
Junto a los
astros
Aves nocturnas danzando.
Susurro en tus
oídos
--Esta noche voy
a deleitarte
Beso tu cuello,
Arropo con mi
mano tu nuca
Al unir nuestro
respirar
Te llevo al
infierno.
Fundiéndome en
el deleite, de besar tu cuerpo
Bajar por tu
cuello, hacia tu pecho
Entre los
movimientos que entrelazan a nuestros seres;
Motivado por un
impulso
Plasmando un
sueño húmedo
Desatando los
placeres del pandemonio.
El éxtasis de
mezclar la energía
De dos seres, en
carne
Nos posee…
Arrancar tus
gemidos,
Escucharlos en mis
sentidos
Acariciar tu
rostro, besar tu cuerpo
Acoplar nuestros
latidos
Cuerpos
danzantes que unen sus colores en las calles de Gomorra
Mañana caerá el meteorito
y lo sabemos…
Trepa por mi
cuerpo, poséeme
Hagamos danzar a
los cocuyos
En esta noche
oscura
Ven, provócame
los destellos
Que bailaremos
al compás de las erupciones, grita!
Que el polvo no
escucharan los que horita son nuestros vecinos.
Gime!
Vamos a comernos
por los poros
Sucumbamos al
magnetismo, En los círculos
Porque el
infierno fue creado por un poetas.
Gime! Danza!
Vuela!
Que la luna nos
observa,
Mientras
rasgamos la entrada al cielo como bestias salvajes
Bestias salvajes
que se deslizan
Entre el sudo de
una pelvis
Somos dos seres
perdidos en la corriente del placer
Bebemos del
veneno que yace en la copa,
Enredados entre
los impulsos
De Estímulos insaciables
que expande por nuestros sentidos
Diluyéndonos en
los fluidos,
Palpitares de estímulos
insaciables
Nos poseen…
Caricias que
dilatan el espacio
Las galaxias
contemplamos
Bebiendo del cálido
néctar.
Gime! Grita!
Vuela!
Que la luna nos
contempla
Bebiendo de la
copa
Degustando la
cereza
Respirando la estratosfera.
¿Qué tanto pesa
el planeta debajo de nuestros pies?
El néctar se
desliza, néctar
Té de flor de
loto
Oraciones que
hacen fluir los ríos
Son succionadas
por el placer
Abriendo las
puertas del svadhistana
Destellan las
estrellas, contempla las galaxias
Se contraen y estallan
Como nuestro
arte en libido,
Danzando entre
el éter
Haciendo
estallar a los meteoritos
Que descienda
sobre mí tu cascada.
Gime! Grita!
Estalla!
Clava tus uñas
en mi espalda
Sucumbe a tus
instintos
Encendiendo
nuestras luces y éter en un segundo
Escarchas
doradas nos rodean
Alcanzando un
momento inmortal.
Palpitando tan
rápido, Corazones agitados
Respirando entre
cortado,
Respirando
nuestras almas
Besando el
silencio
Hormiguean
nuestros cuerpos,
Ardiendo de
placer,
Estado idílico
donde somos amantes
Descendiendo como
aves
en el cauce del
salto ángel.