Hay Algo dentro de mi mente
que no me permite escribir
parece ser... que es un dolor inerte
un rostro
y millones de imágenes
que se roban mi creación,
una energia que existe y no me permite escribir lo que quiero escribir.
Se me pierden las ideas
trato de recogerlas
estás se vuelven agua
y caen
.
.
.
En el poso del pensamiento
.
.
.
me sumerjo en él,
tratando de no perderles
la apnea se recrea dentro de mi cabeza;
me hundo en la profundidad
hasta chocar con el cristal de mi subconsciente
donde la idea se vuelve traslucida
entrando al cristal en una fusión de luz,
destellando de colores las profundidades de mi mar.
Flotando en el agua aparece ese rostro,
bonito rostro,
bonita sensación,
pero que puedo decir...
-Ese afán de los seres hermosos de huir de su propia belleza.
su rostro siempre esta por allí.
doy vuelta
y me encuentro a la cadena enfurecida
intentando morder mi rostro
con sus dientes de acero,
nado hacia atrás
intentando huir del miedo
al ser el protagonista
que la observa desde un primer plano.
Me enredo entre las algas marinas
que son millones de brazos
que chillan
como si gimieran eternamente
en las profundidades de mi mente
donde las lenguas no se rehúsan a lamerme;
allí estoy, golpeando
esos reflejos de amantes que intentan detenerme
y no recuerdo ni sus nombres... jajajaja me rió
entre la huida de siglos sobre una cama oxidada.
Donde reposa mi primer rostro
ese rostro
que da forma a mi rostro.
Acompañado de millones de granos,
cada uno, es uno de mis hijos
creando el suelo marino
que llega mas arriba de la cintura
de la estatua de mi primer amor.
Por la cual caí del cielo,
la madre de mis hijos.
Me detuve al borde de sus ojos
observe su puro rostro
y nade hacia la superficie.
Choque con la abrazadora llamarada
que carbura entre la profundidades;
sentí el calor del fuego quemarme otra vez
robándome el poco oxigeno de mis pulmones...
Hasta que la pequeña niña me tomo de la mano
cruzamos por la oscurida del naufragio de mis recuerdos
cenizas volcanicas enegrecidas por el tiempo
Aparecio él tras el arma y yo ahogado en el charco de mi sangre
Aparecio ella danzando desnuda sobre mi
Aparecio la gran guerra y la destruccion
Apareci yo, esquivando los recuerdos del amor
Tantos recuerdos...
La pequeña niña me llevo a una jaula
"El altar de las doncellas"
Yo sin aire entrado por dentro de una piernas
entre el fluido acuoso que emerge de su fuente incesante.
Me llevo al seco corazón
del arrecife
donde respire el vació que genera el todo
entre las melodías del coro de sirenas
y los gritos de las musas
que hacen vibrar las paredes,
monstruos marinos,
intentando sacar de la meditación
a ese ser, que está dentro de mi;
mi alma
mi esencia
mi verdadero yo
observe su cálido rostro
y le di un beso en la frente,
abrió los ojos
me sonrió
entre la expansión de su luz
desapareció...
Mi alma otra vez desaparecía al frente de mi
mientras la pequeña niña
se reía a carcajadas...
Continuara...
que no me permite escribir
parece ser... que es un dolor inerte
un rostro
y millones de imágenes
que se roban mi creación,
una energia que existe y no me permite escribir lo que quiero escribir.
Se me pierden las ideas
trato de recogerlas
estás se vuelven agua
y caen
.
.
.
En el poso del pensamiento
.
.
.
me sumerjo en él,
tratando de no perderles
la apnea se recrea dentro de mi cabeza;
me hundo en la profundidad
hasta chocar con el cristal de mi subconsciente
donde la idea se vuelve traslucida
entrando al cristal en una fusión de luz,
destellando de colores las profundidades de mi mar.
Flotando en el agua aparece ese rostro,
bonito rostro,
bonita sensación,
pero que puedo decir...
-Ese afán de los seres hermosos de huir de su propia belleza.
su rostro siempre esta por allí.
doy vuelta
y me encuentro a la cadena enfurecida
intentando morder mi rostro
con sus dientes de acero,
nado hacia atrás
intentando huir del miedo
al ser el protagonista
que la observa desde un primer plano.
Me enredo entre las algas marinas
que son millones de brazos
que chillan
como si gimieran eternamente
en las profundidades de mi mente
donde las lenguas no se rehúsan a lamerme;
allí estoy, golpeando
esos reflejos de amantes que intentan detenerme
y no recuerdo ni sus nombres... jajajaja me rió
entre la huida de siglos sobre una cama oxidada.
Donde reposa mi primer rostro
ese rostro
que da forma a mi rostro.
Acompañado de millones de granos,
cada uno, es uno de mis hijos
creando el suelo marino
que llega mas arriba de la cintura
de la estatua de mi primer amor.
Por la cual caí del cielo,
la madre de mis hijos.
Me detuve al borde de sus ojos
observe su puro rostro
y nade hacia la superficie.
Choque con la abrazadora llamarada
que carbura entre la profundidades;
sentí el calor del fuego quemarme otra vez
robándome el poco oxigeno de mis pulmones...
Hasta que la pequeña niña me tomo de la mano
cruzamos por la oscurida del naufragio de mis recuerdos
cenizas volcanicas enegrecidas por el tiempo
Aparecio él tras el arma y yo ahogado en el charco de mi sangre
Aparecio ella danzando desnuda sobre mi
Aparecio la gran guerra y la destruccion
Apareci yo, esquivando los recuerdos del amor
Tantos recuerdos...
La pequeña niña me llevo a una jaula
"El altar de las doncellas"
Yo sin aire entrado por dentro de una piernas
entre el fluido acuoso que emerge de su fuente incesante.
Me llevo al seco corazón
del arrecife
donde respire el vació que genera el todo
entre las melodías del coro de sirenas
y los gritos de las musas
que hacen vibrar las paredes,
monstruos marinos,
intentando sacar de la meditación
a ese ser, que está dentro de mi;
mi alma
mi esencia
mi verdadero yo
observe su cálido rostro
y le di un beso en la frente,
abrió los ojos
me sonrió
entre la expansión de su luz
desapareció...
Mi alma otra vez desaparecía al frente de mi
mientras la pequeña niña
se reía a carcajadas...
Continuara...
