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Carros que fluyen rápido por las carreteras
huyen de la destrucción del planeta
pero van dentro de una maquina de contaminación constante,
que da vergüenza.

Santifiquemos las cruces con nuestra sangre;
que se extinguen los minutos con cada respirar
minutos que construyen el infinito.
Pero perdimos la costumbre
de cultivar a nuestro propio ser,
entre el caos
preferimos fuir rápido por las aceras,
no se puede detener el tiempo
corre!

¿cuanto vale la libertad?
Esta se diluye en nuestros dedos
haciendo de la vida un vídeo juego.

vamos a cantar a coro
en la asamblea no se debate la ley
en el magistrado no aplican la ley;
permiteme rendir tributo
con estos versos viejos
sobre el altar de las penurias.

he perdido la noción del tiempo tras una idea
he bofeteado mi rostro mientras dormía
para poder aterrizar en mi cuerpo.


Que puedo hacer con la aurora,
si esta me quiere perseguir
quiero volar
ella me quiere llevar entre sus brazos.
soy bendito y agradezco a la salud de los plebeyos
porque caí del cielo
como todos aquellos que conciben otro mundo como cierto.


y fluyen por el aire
a la salud de los plebeyos
que se des-fragmentan
cómodos en sus maquinas
que reproducen la destrucción.