Susurros de luna
Si la luna susurra la obra de la dama y el vagabundo
El principe enciende un cigarro y lava sus manos...
Cuando comenzó a escribirse la guerra,
se dejaron de escribir los cuentos de amor. Dando paso a la tragedia de lo circunstancial
El principe pierde a su reina
Cuando decide no competir
La dama se vuelve Madame justine
El vagabundo proxeneta y le coloca valor a su reina
Se encuentran entre la homogénea mezcla de extraños fluidos
En el embudo frigido que un dia se calentaba y ebullia.
La dama que algún dia soñó con un final feliz, se llena de finales de extrañas Caricias pagadas
Besos de ebrios obesos.
Como no reírse de la desesperanza
Si esta se elige en la mañana y se acuesta en la noche en su cama
La arropa el frio y el vagabundo eyacula sobre el objeto
Le pregunta si le gusta y esté guarda silencio
Es el cuerpo lleno de saliva que humedecen su alma, machando sus extremidades.
El principe lava sus manos luego de agitarse, desahogando sobre las bocas de las plebeyas aquellas que se enredan
El principe las incita, las compras pero no las toca, se auto satisface entre la faena voyerista donde la complacencia entrelaza la desnudez de las doncellas como serpientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario